Ornoelli era una bruja. De las peores, había aprendido sus artes con un tal Frentaccio, un mago de la corte. La bruja practicaba en el bosque, con los animales, los convertía en piedras, en estatuas, en agua, y a otros los transformaba en sapos.
Ornoelli se enamoró un día de un príncipe que pasaba por el bosque: sir Clerk De Grount. El príncipe era alto, apuesto, e inteligente; sin embargo, no se sentía atraído por la bruja.
Un día, la bruja preparó un brebaje y se lo suministró al príncipe a través de engaños. El joven sintió una extraña atracción hacia Ornoelli, no era amor, no era odio, pero por alguna extraña razón no podía dejar de pensar en ella, y en estar al lado de la mujer.
La bruja vivía en una cueva, en el bosque, allí organizó todo convenientemente para vivir con el príncipe. Los aldeanos le tenían miedo a Ornoelli, y también al príncipe, quien, desde que vivía con la bruja había adquirido una expresión agria y terrorífica en su rostro.
El príncipe asolaba a los pocos habitantes del bosque, les exigía darle alimentos, vino y ropa. Un día, uno de los aldeanos, llamado Migorio se enfrentó al príncipe, y lo derrotó en un duelo con espada. El príncipe murió.
La bruja Ornoelli se vengó de los aldeanos, los convirtió en cerdos, y se los comió a todos. El bosque era un lugar lúgubre y espantoso, nadie osaba penetrar en él.
El hermano del príncipe De Grount, llamado Clire, decidió buscar a su familiar, y entró en los dominios de la bruja. La mujer sabía que si Clire se enteraba de la verdad podría ser su perdición. Ella se transformó en una bella mujer y lo sedujo. Clire también cayó víctima de la bruja, y convivió con ella durante varios años.
Clire supo la verdad por boca de la misma Ornoelli, y trató de huir, sin embargo, lo bruja lo hizo su prisionero.
La bruja se había envejecido, sus poderes habían disminuido, así que decidió acabar con Clire. Lo llevó hasta un abismo, y justo cuando lo iba a tirar al vacío una flecha le atravesó el cuello a la bruja, y la mató.
Penbren había salvado a su hermano. La bruja quedó tirada en el piso con su cuello borboteando sangre. Los dos hermanos se abrazaron y volvieron a su reino.
Clire, sin embargo, había aprendido varios encantamientos que había visto hacer a la bruja, y como su padre había preferido coronar a Penbren como rey, decidió acabar con la vida del nuevo monarca.
Penbren amaneció muerto un día, y como ya había muerto el padre de Clire y de su hermano, el trono lo asumió Clire.
Clire fue un rey maligno, exigía impuestos desorbitantes a los ciudadanos, y construyó un nuevo palacio enorme, mientras que la gente se moría de hambre.
Clire volvió al bosque donde estuvo prisionero, y descubrió la cueva de la bruja. También encontró varios libros con encantamientos y embrujos, los cuales utilizó para mantenerse en el poder.
Un día llegó al reino un mago blanco llamado Ozzpior, era muy anciano, y vestía como un mendigo. Nadie sabía que era un mago.
Ozzpior se dio cuenta de las actividades del rey maligno, y decidió visitarlo en su enorme palacio.
Clire su burló del anciano, de sus ropas y de su aspecto. Sin embargo, Ozzpior le lanzó un reto al monarca: construir un palacio más grande y más fastuoso.
El rey aceptó el reto y ordenó subir mucho más los impuestos para poder construir el otro palacio. Todas las riquezas del reino se utilizaron para levantar el nuevo castillo.
Ozzpior observó con paciencia la actividad frenética del rey. Se acabó la comida, y todos los demás recursos empezaron a escasear. La pobreza llegó al reino de manera contundente.
El rey llamó al mago blanco para mostrarle el nuevo palacio, Ozzpior no se conmovió. Le lanzó un nuevo un nuevo reto al monarca: invitar a diez mil personas a un banquete. El monarca accedió, sin embargo, no encontró ni comida ni bebida para todas esa gente.
Ozzpior le reclamó al rey la victoria, pero Clire lo mandó detener. La gente estaba enfurecida con el rey, se había acabado todo.
Ozzpior fue sentenciado a muerte. Sin embargo, era tal el descontento de los pobladores del reino con Clire, que nadie quería obedecer sus órdenes, y el mago fue puesto en libertad. Clire se quedó solo en su enorme palacio.
La gente nombró por votación a un nuevo gobernante: Ozzpior. El decidió detener a Clire, y ordenó vender todo lo que había en los palacios para conseguir recursos en otros reinos.
El dinero recogido por Ozzpior fue utilizado para dar de comer a las gentes del reino.
El mago se convirtió en rey, Clire fue expulsado a tierras lejanas, y el país prosperó.
FIN
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