Fernando Arturo llegó a la casa de Margarita a las ocho de la mañana. Ambos debían presentar el examen final de derecho civil obligaciones al día siguiente. La casa de Margarita estaba ubicada en uno de los barrios más exclusivos de la ciudad, pero no era una vivienda ostentosa ni lujosa.
Margarita se había convertido en la mejor amiga de Fernando durante el segundo año de la carrera, pero no había ninguna atracción física o algo parecido entre ellos, sólo eran compañeros fraternos.
La casa tenía tres pisos, en el más alto había una especie de salita con equipo de sonido, un bar, y un escritorio. Margarita colocó un CD de Bach para estudiar más concentrados.
Fernando Arturo se había ganado fama de pilo, aunque sus notas no eran las mejores del curso, sin embargo a Margarita le gustaba mucho estudiar con él, fuera del hecho de ser amigos.
- Bueno Ferchi, empecemos por la clasificación de las obligaciones- dijo Margarita colocándose sus gafas que sólo utilizaba en algunas situaciones.
- Preferiría que comenzásemos por las fuentes... - Fernando necesitaba no saltarse muchos temas y estudiar en orden.
Margarita sonrió porque sabía que su amigo era psicorígido.
- OK, empecemos por ese tema - dijo ella, a la vez que subía el volumen del equipo de sonido.
Después de una hora de lectura, por parte de la muchacha, de sus apuntes, ella le hizo la pregunta clave a Fernando Arturo:
- ¿ Quieres comer algo ?
- Sí de pronto un sandwich, si no es molestia - él estaba hambriento, y su amiga se dio cuenta por los amplios bostezos que había emitido.
Después de media hora de receso, Margarita llegó con la comida, para la cual destinaron otra media hora para degustar los sandwiches.
- ¿ Sabías que Orlando Augusto se cuadró con Pepa ? - Fernando no podía aguantar las ganas de chismosear con su amiga.
- Nooooooo ¿ En serio ? ¿ Cuándo se cuadraron ? -Margarita olvidó un poco su estricta disciplina para estudiar, el chisme no podía esperar.
- Sí, me lo contaron ayer, que fui a la universidad....
Justo media hora antes del almuerzo terminó la cesión de noticias universitarias, para volver a retomar el tema de la prescripción de las obligaciones. La mamá de Margarita subió al tercer piso para convidar a los estudiantes al comedor. El almuerzo duró dos horas porque el papá de Margarita comentó con Fernando la última fecha del campeonato de fútbol profesional.
Por la tarde retomaron el estudio.
- Ahora te toca leer a ti tus apuntes - adviritió la anfitriona.
- Mejor sigue leyendo tú porque a mí me faltan algunas clases.
Dos horas más de estudio fueron suficientes para que unos brownies con gaseosa llegaran al receso de la cesión de trabajo.
- ¿ Pero Pepa estaba cuadrada con Juanca Pombo ? - anotó Margarita.
- No, te equivocas, ellos terminaron hace como dos meses.
- No sabía.
El estudio culminó como a la seis de la tarde, cuando Fernando descubrió que sólo tenía dinero para irse en bus hasta la casa, y Margarita había empezado a mostrarle los últimos discos que había comprado de un cantante argentino de música protesta.
Al otro día tendrían que demostrar su competencia en el tema de las obligaciones.
(Este es un relato de ficción, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, si quiere ver las anteriores partes de esta serie las puede encontrar en la parte izquierda de este blog).
No hay comentarios:
Publicar un comentario